La boda, el matrimonio es el comienzo de un gran viaje, lleno de ilusiones, para el que hace falta un buen equipaje. Y a estos novios tan saludables (hechos a mano con pasta de azúcar) desde luego que no les va a faltar fondo de armario: Una enorme pila de maletas donde guardar ropa, enseres, y sobre todo mucho amor y esperanza.
El mismo modelo puede servir para unos novios muy viajeros, para los que les cuesta decidir que llevarse de viaje o para los vendedores de maletas. Pero, ¿por que no quedarnos con la primera opción?. Para algunos puede ser dulce, almibarada, pastelosa..... Pero de una tarta, ¿que se puede esperar?
Como podéis ver no le falta detalle: blanco nuclear con remates en dorado brillante. La última sección es de suave bizcocho relleno y pasta de azúcar, para que los novios puedan partir su tarta y degustarla (y de paso distribuir las pertenencias del interior). Si los novios también son comestibles y pueden personalizarse, y están para comérselos, ¿cierto?
Más discreta pero no menos elegante y original es esta tarta de dos pisos de fondant en blanco con flores y detalles rosa palo, collares de perlas y perlitas incrustadas. La elegancia hecha tarta.
Mismo formato para una tarta más pequeña y llena de fantasía para Cayetana, en blanco y rosa chicle con un enorme lazo. El mejor regalo con la mejor presentación.
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