Hoy, festividad de San Jorge ( o Sant Jordi) se celebra el día del libro, y en Dulces Placeres queremos celebrarlo como se merece, con una recomendación: comprar (o regalar) un libro y, por favor, leedlo, porque leer nos hace más humanos, ser mas nosotros mismos, imaginar e imaginarnos.
No obstante os proponemos una alternativa: Nuestros libro-tartas de fondant. Nuestras deliciosas tratas se vuelven fantásticas (de fantasía), se hacen más imaginativas. Porque nada como un libro para estimular el ingenio, la creatividad..... y el apetito.
Para celebrar el duodécimo cumpleaños de Marta le hicimos una réplica en tarta de fondant de su libro favorito: Emily, the strange. Y no es porque Marta sea extraña, todo lo contrario, no podemos sino admirar su gusto por la historia y por la terminación del libro. Me hago una idea de como termina el libro, y creo que no desvelar nada del final.
Seguimos con literatura juvenil. Un bombazo editorial en edición de fondant. Los Juegos del Hambre, especialmente editado para Pablo en el día de su 16º cumpleaños. En este caso parece que la propia historia cobra vida e intenta escapar del libro.
Podemos asegurar, que como el original, este también se lo devoró en un plis-plas .
Imprescindible para todo buen lector es la consulta a un buen diccionario. en este caso un encargo especial de Vocabulario de la Comarca del Noroeste, que unos amigos se auto-regalaron para intentar entender mejor a su amigo y cumpleañero. De consulta obligada
Otra lectura recomendada, Mi amor desgraciado, de Lola López Mondejar, a la que sus alumnos del taller de escritura regalaron este precioso libro de fondant, porque se lo merece. Porque hay personas que desprenden amor, y del bueno.
Un hueco para un best seller. Todo un tomazo de cerca de mil páginas (y así así de calorías). Pura energía para los 42 años de Isabel. Por suerte los libros, como las tartas, se comparten, nos enriquecen a todos.
Y bueno, en Cataluña es costumbre regalar rosas a las chicas/mujeres/niñas el día Sant Jordi. A nosotros nos gusta esa tradición y os regalamos estas rosas.
Ahora bien, no nos parece bien que se regale un libro a los hombres y una rosa a las mujeres, así que un consejo: a los hombres un libro y a las mujeres, una rosa.... y un libro. Merece la pena estirarse un poquito más.
Y otra idea, aún mejor: Regalar un libro y un libro-tarta de fondant. Porque no hay mejor forma de incentivar la lectura que haciéndola apetitosa.
Ya lo decían los sabios en la antigüedad: tan importante es alimentar el cuerpo como la mente.
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