Nuestro Pablo cumplió cinco años hace nada, y como quiera que no se cumple una manita todos los días, decidimos montarle una fiesta de cumpleaños a lo grande. Tan grande como esta enorme tarta de Spiderman, de dos pisos, con arañitas y telarañas incluidas. Las galletas ensartadas triunfaron entre los más pequeños: si está bueno a la boca, ¿para que guardarlas?.
Para los amigos del cole que no pudieron asistir a la merienda en casa, mami llevó a clase unos deliciosos chupachups de galleta oreo y queso recubiertos de chocolate de colores: todo el sabor concentrado en dos bocados exquisitos, palabra.
Para que todos sus amigos de clase tuvieran un recuerdo de tan importante fecha, Pablo les repartió unas galletas impresas con el personaje preferido de la clase. Mica les enseña, con Mica juegan y se divierten..... Ahora también les alimenta.
Ya que estamos de cumpleaños de niños os mostramos las últimas creaciones que hemos hecho para ellos, como esta tarta de Gatita-sin-boca de fondant, que está para comérsela pero que no me atrevería probar. Y es que es tan mona!
Y seguimos con las gaticas, esta con impresión comestible protagonizó el quinto cumple de África. De lo más original y glamuroso.
Con esta terminamos con los mininos, palabra: Una pirámide colmatada de chuches presidida por una galleta del nuevo icono felino (si Willy Fog o Garfield levantaran la cabeza...)
Para Celia rescatamos a una vieja conocida de nuestro obrador, pero que siempre tendrá 7 añitos: Dora la exploradora; con sus estrellitas (de galleta), su mono Botas y por supuesto, esa mo-mo-mochila tan pegadiza.
Para Celia también fue esta coqueta tarta de chuches para compartir con sus amigos. Y se lo pasaron tan bien que hasta acudió el zorro Swiper, al que esta vez Dora le permitió robar, pero solo unas cuantas chuches.....
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