Dulces Placeres tartas

jueves, 24 de noviembre de 2011

Aniversarios singulares




Para el 45º aniversario de sus padres, Cristina nos encargó una tarta con una fotografía de la boda que rememoraban. Nosotros decidimos, ya puestos, incluir con la foto un marco de lo más chic: plateado y con adornos, volutas y perlas al más puro estilo barroco-romántico. La ocasión bien lo merecía: No todos los días se celebran 45 años de matrimonio.      

Imagino que antes de partir la tarta, alguno de los hijos pensó: qué monos están, para comérselos. Y por una vez se cumplió. Menos mal que queda el recuerdo, porque de la foto, de la tarta, nada más se supo.....      

Detalle de la impresión comestible y parte del marco de fondant. 

Para el cumpleaños de la prima Rosa decidimos hacer un paquetito muy especial, a la vez sencillo y romántico, rematado con ramito de rosas violetas y una etiqueta bien grande para que todos vieran para quien era. Bueno....era para Rosa pero nos la comimos entre todos (jeje). He de decir que estaba deliciosa, y como habíamos tomado sacarina con el café nos permitimos un trocito más. 


No sabemos quien era el que le escribía versos, no, ni quien le mandaba flores por primavera, pero este 14 de noviembre, como siempre sin tarjeta, nosotros le regalamos un ramito de violetas. Y así se desveló el misterio.

Detalle del ramito de violetas de fondant

Ella sabía lo que quería. Una tarta de fondant en forma de bata médica: blanco nuclear para la tela, un fonendoscopio, unas tijeras, un depresor para inspección bucal y un bolígrafo rojo para los apuntes. Ah, y un nombre bordado en la solapa con glasa verde.   


El, sin embargo, no sabe lo que se perdía: Una deliciosa  tarta y muchas, muchas más cosas.

Para ella desde aquí, el más grande y cálido de los abrazos. 


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